domingo, 21 de agosto de 2022

Tecnología digital en Odontología. ¿Necesitamos impresora 3d?

La odontología se puede beneficiar enormemente de la impresión 3D. Se pueden imprimir modelos del maxilar y de los dientes para planificar y probar diferentes soluciones de tratamiento. 

Se pueden imprimir modelos para hacer prótesis, puentes y coronas, y se están investigando nuevas formas de imprimir tejidos blandos y dentina, aunque en la actualidad pueden imprimirse modelos con tipos distintos de material para simular partes duras y blandas, esto aún no esta resuelto y es farragoso y prácticamente imposible con las impresoras 3D habituales en las clínicas.

Las impresoras 3D han estado disponibles para el público desde mediados de la década de 1980, pero han experimentado un gran avance en popularidad en los últimos años. 

Estas máquinas utilizan un proceso conocido como fabricación aditiva para crear objetos tridimensionales a partir de una variedad de materiales, que van desde plásticos y metales hasta cerámica y vidrio. Existen varios tipos diferentes de impresoras 3D en el mercado, cada una con sus propias ventajas y desventajas. Por ejemplo, las impresoras FDM utilizan filamentos de plástico que se funden y depositan capa por capa para crear objetos, mientras que las impresoras SLA (Stereolitografía) utilizan resinas líquidas curables con rayos ultravioleta o láser que se solidifican cuando se exponen a la luz. 


Ahora que sabemos que es una impresora 3D, repasemos los diferentes tipos de impresoras 3D que existen.

Las impresoras 3D se pueden clasificar de acuerdo con el método de construcción utilizado. Los principales métodos son la deposición fundida (FDM), la laminación líquida (SLA), la escaneado láser (LSF), y la nano-escritura electrónica (EBL). Cada uno de estos métodos tiene sus propias ventajas y desventajas, y es importante seleccionar el equipo adecuado en función del proyecto a realizar.


FDM: La impresión FDM es el método más común para las impresoras 3D domésticas. Utiliza un filamento de plástico que se calienta y funde para formar capas de material que se van superponiendo. Este método es relativamente económico y fácil de usar, pero tiene una calidad de impresión inferior a otros métodos debido a las capas visibles en el material final.

SLA: La impresión SLA funciona mediante la deposición líquida de una resina que se endurece bajo exposición a un haz láser. Este método produce piezas de alta calidad con un acabado suave y detalles precisos, pero requiere el uso de resinas especializadas y puede ser costoso.

LSF: El LSF utiliza un sistema láser para solidificar un modelo y formar capas finas de polvo que se depositan sobre una superficie plana. Este método produce piezas con altos niveles de detalle, pero requiere el uso de polvos especiales y puede ser costoso.

EBL: La EBL funciona depositando nanopartículas sobre una superficie en capas finas utilizando campos eléctricos o magnéticos. Esta técnica permite la creación de dispositivos nanoestructurados, pero es extremadamente costosa y requiere el uso de equipamiento especializado.

Las impresoras SLA son las más adecuadas para dentistas  son una gran inversión. Pueden imprimir más de 10,000 resultados antes de que se necesite cambiar de impresora. La mayoría de los modelos de impresora tienen un precio inicial entre 3000 y 10.000 dólares y cada modelo dental tiene un costo en resina de aproximadamente 1 euro, o incluso menos.

A pesar del costo, las impresoras SLA están ganando terreno en la industria dental. 

Los modelos SLA se usan para fabricar prótesis tales con implantes como diente natural y puede imprimirse un articulador básico. 

Las impresoras 3D pueden generar modelos para coronas en poco tiempo y con menor costo que los modelos  tradicionales. No debemos olvidar el precio de las distintas pastas de impresión, y el tiempo de trabajo que precisan , a la hora de evaluar la repercusión económica de nuestra transformación digital, en la que la impresora 3D es una parte más.

La Form3 de Formlabs es una de las impresoras 3D más populares entre los dentistas. Su resolución y precisión son excelentes, y es capaz de producir piezas detalladas con un acabado suave. Si necesita imprimir piezas grandes o complejas, la Form3 también es una buena opción, ya que puede imprimir hasta 14,5 × 14,5 × 18,5 cm. en los modelos básicos, suficiente para imprimir varios modelos a la vez.

Eso si debemos tener en cuenta que imprimir un par de modelos dentales , va a tardar tres o cuatro horas.

Existen  varias impresoras similares a la Formlab3, con muy buena  gran relación calidad-precio capaces de producir piezas increíblemente detalladas. Son impresoras también bastante compactas, lo que la hace fácil de transportar y almacenar. 

Existen también impresoras 3D SLA de resina líquida de bajo precio , inferior a 500 euros, con calidad suficiente para nuestro modelos, pero más básicas y sin automatismos, por lo que requieren mayor tiempo de atención por parte del usuario.

Pueden ser un buen modo de comenzar con la impresión 3D sin gastar mucho dinero. En cualquier caso hay que tener en cuenta que la resina mancha mucho, y hay que ser muy curioso y cuidadoso o pondremos todo perdido ya que la resina es muy pegajosa y sucia, en fin debe ser utilizada , cualquiera de ellas por personas muy meticulosas. 

Por último, la Impresora dental ProJet MJP 2500Plus de 3DSystems también es una gran opción para los odontólogos que buscan una impresora 3D versátil y fiable. La 2500Plus puede producir piezas grandes y complejas con una excelente resolución y precisión. Y si necesita imprimir piezas con colores vibrante, esta impresora también ofrece la tecnología Multi-Jet Printing para lograrlo.

En otros posts iremos viendo scaneres y otras situaciones en las utilizaremos nuestra impresora 3D.